Sin lugar a dudas, el delirio más común de entre los manifestados durante los procesos de demencia en el anciano. Abundan las ideas delirantes de robo (la falsa creencia de que le han robado todo su dinero, sus joyas o sus posesiones inmobiliarias). Son ideas que reivindica con fuerza e inquebrantable convicción, unos hechos irreales que deben explicarse por los frecuentes olvidos o fallas de memoria habituales en el enfermo. La desconfianza, la duda y el recelo que trasciende a este delirio es manifestado por medio de enfados y reacciones catastróficas, convencido este de que su objeto o posesión le ha sido sustraido, con lo cual normalmente busca un culpable en su entorno más próximo. Su actitud de búsqueda incesante y enfado y agresividad constituyen un importante factor de estrés en el cuidador.
Asimismo, expresa dicha suspicacia cuando afirma haber gente en la casa, desconocidos que están viviendo en el hogar y que ocupan algunas dependencias del domicilio, quedando argumentado en un problema de identificación o reconocimiento, esta manifestación ha sido reportada en diversas acepciones como el entorno fantasma o de modo más ilustrativo, síndrome del fantasma a bordo o del inquilino fantasma. El delirio de proyección o percepción de la televisión en 3 dimensiones, concentra la creencia del enfermo de que lo emitido en televisión cruza o se translada al exterior, a su entorno habitual.
Para más información: Moreno, A. (2009).La falsas ideaciones en demencia : Contenido y características de los fenomenos delusionales. Alcmeón. Revista Argentina de clínica Neuropsiquiátrica.Vol15, N4. Julio 2009. pp 288-295.
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