Cuando comencé mi andadura, remontado
a tiempos universitarios mostré mi interés por los ancianos y quise orientar mi
futura labor a los adultos mayores enfermos de Alzheimer y demencias. Entre
compañeros siempre afirmaban su reticencia a atender y a enfocar su carrera a
la ayuda de este colectivo, cosa que nunca compartí ni entendí. Desde el
principio supe que yo sería un profesional comprometido con la lucha contra la
enfermedad de Alzheimer y por su labor divulgativa y educativa del conocimiento
ofreciendo asesoramiento y ayuda a cuidadores de estos enfermos.
Han pasado años de mi primera
incursión profesional, recuerdo que me impresioné cuando ví a mis primeros
pacientes y sufrí las naturales reacciones de impotencia, pena y miedo que
todos los que encaramos a esta enfermedad hemos experimentado en algún momento.
Sin embargo, nunca rechacé ni olvidé mi vocación por muy duro que fuese, el
dirigir mi carrera a un objetivo: Librar la batalla a la enfermedad de
Alzheimer y propiciar con mi granito de arena una mayor calidad de vida al
mayor.
Desde mi experiencia desarrollada en
residencias de ancianos, el anciano institucionalizado demanda una gran
atención, además de su déficit correlativo a las demencias, su pérdida o su
alejamiento temporal de redes sociales le hacen muy proclive a padecer
depresión y trastornos anímicos. El extender el apoyo social a los ancianos que
residen en instituciones está concentrando últimamente mis energías ya que
quiero ayudar a aquellos ancianos a combatir su soledad y seguidamente a eliminar
la destructiva depresión que les acarrea dicha situación. A este objetivo, he
creado el programa paloma mensajera una iniciativa de terapia no-farmacológica
que pretende romper las barreras de la distancia y acercar al anciano con su
entramado social externo. De igual modo, estoy desarrollando otros proyectos
creativos e interesantes de Psicogeriatría que verán la luz el año próximo y
sin duda acercará al cuidador al buscado bienestar y aportará un poco de refuerzo
a esos familiares que necesitan ayuda profesional en el curso de la enfermedad
de Alzheimer.
Ciertamente, se trata de una enfermedad devastadora,
comprendo a sus cuidadores, a sus familiares, a esposas/os, hermanos/as,
allegados que día a día afrontan el proceso evolutivo del Alzheimer. Pero piensen que no
están solos, hay millones de profesionales que trabajan día a día investigando,
ayudando, aconsejando, atendiendo y asesorando a familiares y familias para auxiliarles
durante la enfermedad.
Tuve la oportunidad de ejercer
también como formador en materia del cuidado y tratamiento de enfermos de
Alzheimer, mi cometido: Enseñar y abrir horizontes a otros profesionales
sanitarios: auxiliares, psicólogos/as, enfermeros/as para ampliar sus
conocimientos en la atención de estos enfermos y posibilitarles un manejo
adecuado de situaciones conflictivas o delicadas durante el ejercicio de su
trabajo. Fue una experiencia maravillosa, siempre he colaborado en iniciativas
educativas (publicaciones, investigaciones de caso, exposiciones), pero la
formación a compañeros que tienen la inquietud de aprender para ayudar a estos
enfermos ha sido uno de los momentos más constructivos de mi carrera.
Hoy celebramos el día Mundial del
Alzheimer (21 de Septiembre) pero para profesionales como yo esta enfermedad no
es actualidad solo un día, la enfermedad de Alzheimer ocupa la preocupación de
miles de personas todos los días, los medios se hacen eco de la noticia y exhiben
celebraciones, avances y reportajes sobre la enfermedad, pero no sólo el 21 de
Septiembre es para nosotros clave, sino la lucha diaria que ocupa nuestros
esfuerzos continuamente los 365 días del año.
A ti, que eres un profesional, un estudiante,
un familiar, un cuidador principal, un amigo, un allegado de un enfermo de
Alzheimer un esposo/a o compañero quiero ubicarte en la esperanza, a que
busques tu apoyo en otros (especialistas, asociaciones, centros), quiero que te
formes, que aprendas, que juzgues desde la experiencia y el aprendizaje, quiero
que no te rindas , que luches ,que suspires y comprendas que lo que haces te
eleva a ser mejor a cada día que comienza y tú que atiendes a esa persona
enferma estás rompiendo barreras, las que existen y las tuyas. La experiencia
lleva su tiempo pero alivia enormemente la carga, correspondiendo al cuidador
en un cuidado de garantías, primado de rutinas y labores expeditivas que guían
positivamente una actuación correcta y que poco a poco irá ganando terreno a
esas reacciones negativas: de dolor, de culpa, de miedo y tristeza, tal vez de
ira y de incapacidad. Son normales y totalmente comprensibles, somos humanos… .
Un abrazo a todos, compartimos
comunicación.
Angel Moreno .Psicólogo. Especialista
en Psicogeriatría. Formador y escritor.
RECUÉRDAME . El portal especializado
en Alzheimer y Demencias.
He llegado a este blog buscando información sobre el día Mundial del cuidador (5 de noviembre) ese día en los medios de comunicación, aunque sea con un nivel bajo, ha aparecido un reconocimiento a las personas que viven cuidando a otras personas que necesitan imprescindiblemente de esa atención. Sé que hay residencias de personas mayores muy buenas pero éstas no son para todos los casos (menos de un 5% de los mayores viven en una). Creo que vuestro post de 2013 tiene total actualidad si se habla del día mundial del cuidador. Felicidades
ResponderEliminarHe llegado a este blog buscando información sobre el día Mundial del cuidador (5 de noviembre) ese día en los medios de comunicación, aunque sea con un nivel bajo, ha aparecido un reconocimiento a las personas que viven cuidando a otras personas que necesitan imprescindiblemente de esa atención. Sé que hay residencias de personas mayores muy buenas pero éstas no son para todos los casos (menos de un 5% de los mayores viven en una). Creo que vuestro post de 2013 tiene total actualidad si se habla del día mundial del cuidador. Felicidades
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