miércoles, 29 de octubre de 2014


La Bibliografía especializada siempre ha identificado la juventud como uno de los factores de la sobrecarga en el cuidado. Asimismo, el escaso apoyo social y la contingencia de "imposición" de un rol en el hogar condicionan un mal ajuste a dicha labor. Pero, ¿Qué beneficios puede aportar la juventud en el cuidado del enfermo de Alzheimer? si el rol emergente es aceptado y deseado por la persona que no percibe condición de estrés porque su predisposición es buena y ha absorbido suficiente experiencia en su entorno, ¿Cuál es el problema?
Conocí el caso de una joven cuidadora, Meritxell Monistrol, 20 años de edad, que percibe su labor con una dedicación genuina, desde el amor y la ternura, desde el hábito y la unidad familiar, una relación de cuidado impresa por la emotividad. Un planteamiento ejemplar en el cual un miembro familiar queda perfectamente capacitado para llevar a cabo la asistencia, una cuidadora experta, guiada por el cariño y la reciprocidad emocional, organizada y madurada de la experiencia en años en el cuidado familiar de su abuela.
Me pareció asombrosa su entrega, su punto de vista y principalmente la ejemplaridad que transmite esta cuidadora joven en la asistencia diaria del cuidado de su abuela enferma de Alzheimer.
Múltiples diarios estadounidenses destacan a la generación emergente de cuidadores jóvenes (Teen caregivers) de padres que tienen demencia. Ante eventualidades laborales diversas de los padres o el desarrollo de la enfermedad por algún progenitor, el adolescente llega a convertirse en el núcleo familiar en el cuidador no-planificado. Datos publicados en 2003 por Alzheimer´s Association estimaban la frecuencia de 250.000 niños estadounidenses menores de 18 años ejercen de cuidadores no remunerados de enfermos de Alzheimer.
Los cuidadores jóvenes comúnmente se introducen en el cuidado de su familiar como asistentes del cuidador principal y como observadores del proceso. Básicamente son aprendices del cuidado y absorben los conocimientos y la práctica durante la progresión de la enfermedad, así como son partícipes de deterioro paulatino del enfermo desde el comienzo hasta el final de la enfermedad.
La realidad advertida por estos tempranos cuidadores les capacitan pertinentemente para actuar llegado el momento de relevar al cuidador principal en alguna tarea, a ayudarles en el respiro ocasional y a ocupar el rol principal en un momento dado.
Habitualmente este cuidador joven se mantiene vinculado a la enfermedad, destacando su alta sensibilización con estos pacientes, algunos desarrollan sus carreras profesionales en este campo, a la labor de voluntariado, a la participación en asociaciones o a la coordinación de eventos de sensibilización sobre Alzheimer.
Uno de los aspectos de la historia que nos ocupa me recuerda al caso de Max Wallack documentado por la CNN, presentaba la historia de un niño que fue uno de los cuidadores familiares cuando su bisabuela fue diagnosticada de Alzheimer. La dedicación y el cuidado inspiraron al joven Max a dedicar su vida al estudio de la enfermedad de Alzheimer. En este sentido, Meri asegura que el cuidado de su abuela le ha permitido descubrir su vocación profesional a un futuro encauzado a la asistencia de estos enfermos.

 

 

 

 

Meri es cuidadora desde los 14 años de edad, destaca su gran dedicación y su voluntad hacia el cuidado.

 



Pese a su juventud, ¿Cómo afronta la difícil tarea del cuidado?

No importa la edad si se tienen ganas, y yo tengo todas las ganas del mundo de devolverle a mi abuela todo el cuidado y cariño que me dio cuando era pequeña. No me importa levantarme pronto o quedarme en casa cuidándola, ya que tengo veinte años y toda una vida por delante, la cual, por desgracia, no sé si mi abuela podrá compartir conmigo, así que intento pasar el mayor tiempo posible con ella y cuidarla lo mejor que sé y que las circunstancias me permiten.

¿Cómo vive la enfermedad de su abuela, que manifestaciones de la enfermedad de Alzheimer le resultan más agotadoras y mayor atención le demandan?

Por desgracia mi abuela ya ha llegado a la fase terminal del Alzheimer, sufre una gran dependencia que le imposibilita valerse por sí sola. Esta podría ser la carga física más agotadora, el tener que estar constantemente atendiendo sus necesidades y manejarla a pulso para llevarla al baño o acostarla. La carga moral y psicológica, aparte claro está, de que empezara olvidando mi nombre y quien era, hasta tal punto, de ya no pronunciar palabra; son los tics nerviosos que tiene a todas horas y no nos deja descansar ni a ella ni a nosotros, palmadas o golpes que incluso no estando en el mismo lugar donde esta ella, sigues escuchando de tan interiorizados que los tienes.


A miles de cuidadoras/es como usted, ¿Qué mensaje les transmitiría?

Paciencia ya que es una enfermedad que deteriora físicamente y moralmente, no tanto solo al paciente sino también a la larga a sus cuidadores. Y cariño y apoyo por parte de otros integrantes  de la familia y/o amistades, a veces, hablar con alguien ayuda a quitarte un peso de encima, a desahogarte y poder seguir un día más.


En su rutina diaria prolongada ya en años, ¿Cómo afronta los retos cotidianos de la enfermedad y cuáles son sus fortalezas y debilidades en el desempeño?

Los retos cotidianos los afrontamos con pautas y horarios, que nos ayudan tanto a nosotros, teniendo un mayor control sobre el cuidado y repartiéndonos nuestro tiempo de ocio, como para el enfermo, transmitiéndole una estabilidad.

Hay fortaleza cuando ves que ella misma desarrolla dichas rutinas, cuando el deterioro cognitivo hace que no las pueda desempeñar por sí sola, aquí es cuando te debilitas, pero tienes que seguir, ya que el enfermo sin el cuidador no es nadie y aunque no lo parezca, el estado de ánimo que puedas tener tú, también afecta al enfermo en su vida diaria.

¿Qué significa para usted ser cuidadora?

He aprendido a valorar cada segundo de mi vida y de la de los demás, pues nunca se sabe si habrá mañana. Me he dado cuenta de quienes son mis verdaderos familiares y amigos, esas personas que cuando me tengo que quedar cuidando de ella, vienen a casa para pasar el rato con nosotras y que no nos sintamos tan solas. Cuidar de mi abuela ha cambiado mi vida por completo, de hecho he querido sobrepasar estos límites y de la palabra cuidadora sacar mi verdadera vocación.

Como cuidadora experimentada, ¿Qué consejos podría otorgar a otros cuidadores como usted?

Que se informen bien y se adelanten a los pasos que da esta enfermedad, que estén prevenidos, pues por desgracia el Alzheimer no sigue una pauta, existe el de repente y te deja al descubierto. Pedir la ley de dependencia, un centro de día o residencia, visitas a un psicólogo o acondicionar la casa a las necesidades futuras, es algo que aunque el familiar o paciente no necesite en un principio, no se tiene que dejar para el último momento.

¿Qué destacarías de tu juventud como ventaja para abordar esta terrible enfermedad?

De mi juventud destacaría el amor y la educación que me han aportado tanto mis padres como mis abuelos. Ya que gracias a esto, al explicarme paso a paso lo que era y seria la enfermedad sin tener ningún tabú y dejándome intervenir en su cuidado diario, he podido abordar esta enfermedad viéndola de una forma no tan terrible.



En el momento en que tomó las riendas del cuidado como cuidadora principal ¿Se vio a sí misma capaz de llevarlo a cabo con éxito? ¿Fue una decisión difícil de tomar?

La verdad que no habría sido capaz sin la ayuda de mis padres, formamos un equipo y nos repartimos su atención y cuidados. Esto facilita el poder entrar y salir de casa, el descansar sin dejarla ni tan solo un segundo desatendida. Fue una de las decisiones más difíciles que hemos tomado, para un mayor cuidado, mi madre dejó de trabajar y acondicionamos nuestra casa para que mi abuela viviese con nosotros y así poder atender a sus constantes necesidades.



¿Qué actividades o necesidades de ocio le proporcionan ese momento para evadirse de la responsabilidad del cuidador y considerar un merecido descanso?

La verdad es que gracias al apoyo del centro de día, al cual la llevamos de doce y media a cinco y media y a la ayuda de mis padres, yo puedo salir con los amigos, viajar, ejercer de voluntaria en la Cruz Roja y cursar un grado superior de Integración Social. Puede resultar extraño que parte de la manera que tenga de evadirme, sea aprender y seguir ayudando a los demás, pero es diferente, ya no tengo encima esa carga emocional de cuidar a un familiar.

¿Qué cualidades destacaría de sí misma como cuidadora?

Desde pequeña han dicho de mí que era muy madura para la edad que tenía y aún hoy, con veinte años, me lo siguen diciendo, ten en cuenta  que ayudo a cuidar de mi abuela desde los catorce años, pero para nada me arrepiento, pues me he llevado mucho más de lo que he podido llegar a perder. Supongo que cada persona tendrá unas cualidades distintas que ni  le harán mejor o peor cuidador, pero sí diferente. Yo destaco en mí,  las ganas de aprender y ayudar, el ser una persona perseverante, responsable, paciente y cariñosa.


Fuente:
With love and fear, Alzheimer´s youngest caregivers watch over parents. Madison Park. CNN.

Great grams inspires teen to hunt for Alzheimer´s cure. Gabriella Corvese. CNN.

National Caregivers Month, At 26, Laura is too Young for "Yomamma Care".Alzheimer´s Association.

Essay: "Teen Caregiver" by Lindsey Jordan. ABC News.

 Being a Young caregiver. Sara Baker. Caregiver Support Blog.


 Fotos : Cortesía de Meritxell Monistrol.

Un artículo de:

Angel Moreno Toledo
Psicólogo/Formador/Escritor
Especialista en Psicogerontología
Director/Editor de Neurama



lunes, 20 de octubre de 2014

https://www.cvirtual.org/es/blog/entrevista-angel-moreno-autor-de-el-cuidado-del-enfermo-de-alzheimer-formacion-y-consejos-al-cu
 
 
 
 
Ángel, ¿Cuál es el objetivo de este libro?
 
Pretende ser una respuesta de ayuda, una guía formativa y de procedimiento ante la enfermedad de Alzheimer, un respaldo a miles de cuidadores. En definitiva corresponde ser en la medida de lo posible una transmisión de conocimientos para propiciar un desempeño favorable en el cuidado diario.
 
La tendencia del envejecimiento poblacional se duplicará en 40 años, ante el aumento de posibles casos de Alzheimer, ¿hacia dónde deberían concentrarse nuestros esfuerzos actualmente?
 
Recientes estudios longitudinales publicados por Neurology manifiestan un incremento del número de casos de EA en los próximos años. El fomento de políticas preventivas y sociosanitarias así como la formación del profesional en nuestra disciplina es primordial. De la misma forma, el apoyo a las iniciativas de investigación, terapeúticas y de programas de intervención en Geriatría, Gerontología y Psicogerontología deben promoverse adecuadamente dado los datos de esta tendencia poblacional que hace un llamamiento sin duda a la reflexión.
 
 
 
 
Hablemos de los cuidadores. ¿Cómo afrontan la asistencia y cuidado del enfermo y cuál es el perfil del cuidador experto?
 
Conocido el diagnóstico todo son dudas y miedos en el entorno familiar. El cambio de dinámica al que se enfrentan sin duda desestabilizará la antigua convivencia, dando paso a un paulatino proceso de ajuste no exento de problemas y desacuerdos entre sus miembros. Desde el conocimiento y el aprendizaje sitúo el primer paso de esta continua lucha más tarde amparada en otros apoyos y finalmente dirigida por la experiencia.
 
El cuidador experto es un cuidador que sostiene una actitud positiva tanto hacia el enfermo como a la labor que desempeña. Se trata de una persona que confía instrumentalmente y emocionalmente en los apoyos, asume , comparte e interpreta sus emociones, no renuncia a sí mismo, así como conoce sus límites y traza por tanto objetivos realistas. Es un cuidador instruido, informado, capacitado, habilidoso, renuncia a la exclusividad para ampararse en la cooperatividad y evita del mismo modo juzgar mediante estereotipos o prejuicios.
 

Apoyas la capacitación del cuidador ¿Qué beneficios le aportaría una formación básica antes y durante el cuidado?

 
La formación previa del cuidador y la continua experiencia que irá adquiriendo durante el 
desempeño le permitirá llevar a cabo su labor con mayor competencia y atribuir un mayor dominio en las actividades cotidianas. Iría más allá incluso e instaría a un abordaje tras el cuidado (cuando acontece el fallecimiento del enfermo) para afrontar procesos de duelo y pérdida (impacto emocional, pérdida de rol, resiliencia) así como encauzar una vida sin el ser querido (promoción del apoyo psicosocial tras la pérdida e iniciar un proceso de adaptación y ajuste).
 
 
 
¿Dónde recomiendas acudir a los cuidadores informales para tener acceso a esta información?
 
El asesoramiento especializado de profesionales o el ofrecido por instituciones, es un recurso interesante y valioso para acceder a información veraz y útil sobre la gerencia y resolución de dudas sobre la enfermedad de Alzheimer. De igual modo portales web especializados (aprovechemos el progreso de esta revolución virtual y tecnológica presente para dirigirla en este cometido). Publicaciones especializadas, artículos y material disponible acerca de la enfermedad de Alzheimer constituyen también recursos de garantías para conocer más sobre esta enfermedad.
 
Y en esta línea, ¿qué importancia tiene para el cuidador el uso de internet y las redes sociales?
 
Internet es una herramienta de un gran potencial en la ayuda a cuidadores de enfermos de Alzheimer. Se trata de una ventana informativa sin límites, prolífica de contenidos, apoyo y sustento. Las redes sociales, los foros, los blogs y sus contenidos interactivos son una fuente muy valiosa para transmitir información clarificadora así también para la apertura de nuevos lazos comunicativos interpersonales.
 

¿Cuál es el mayor inconveniente que encuentra el cuidador en la labor de cuidado prolongado? ¿Qué recursos deberá procurar la sociedad para ofrecer un descanso, aunque sea puntual a los cuidadores?

 
Diría que en muchos casos él mismo sería su peor enemigo ya que encerrarse en sí mismo y rechazar ayudas es un grave error. El conflicto familiar, los problemas económicos, el pesimismo ante el cuidado y la desinformación habitualmente apostillan sin lugar a dudas las mayores dificultades en la ejecución de un cuidado adecuado. Es cierto que la naturaleza de esta relación viene marcada por la situación socioeconómica de cada familia. Las ayudas económicas a cuidadores informales en el hogar para paliar la sobrecarga y la calidad del cuidado deberían ser una realidad.
 
¿Qué papel debe jugar la familia durante el curso de la enfermedad?
 
La familia debe actuar desde la unidad, amparados todo el proceso en apoyos informales y en los externos (profesionales, instituciones, grupos de ayuda mutua). La comunicación abierta y la toma de decisiones consensuada son factores determinantes de la armonía familiar en este periodo. El nombramiento del cuidador principal no debe recaer en una sola persona, pues en realidad todos deben ser cuidadores en el hogar del enfermo de Alzheimer.
 
Y si hablamos de uno de los casos más comunes, como es el cuidado conyugal ¿Cómo tiene lugar y cómo dirigir la ambivalencia de este cuidado de modo positivo?
 
Es una cuestión muy interesante. Cuando sobreviene la enfermedad de Alzheimer en la pareja el miembro sano toma las riendas de la asistencia y cuidado de su cónyuge. La sobrecarga, los sentimientos de culpa, la impotencia y el desamparo colisionan con los sentimientos positivos que le une a la persona amada, provocando ciertamente un conflicto de emociones que hacen sentirse mal al cuidador cónyuge. Para esclarecer este difícil y común drama emocional debe pensar que se esfuerza en mejorar día a día el bienestar de su esposo/a y que lucha para ofrecerle la mejor calidad de vida en estos años.
 
 
 

¿Qué importancia tiene para el cuidador el uso de internet y las redes sociales?

Internet es una herramienta de un gran potencial en la ayuda a cuidadores de enfermos de Alzheimer. Se trata de una ventana informativa sin límites, prolífica de contenidos, apoyo y sustento. Las redes sociales, los foros, los blogs y sus contenidos interactivos son una fuente muy valiosa para transmitir información clarificadora así también para la apertura de nuevos lazos comunicativos interpersonales.
 
El enfermo de Alzheimer en muchas ocasiones está aislado de la sociedad. ¿Qué opinas de iniciativas por ejemplo de museos o salas de arte que tienen programas específicos para que los enfermos participen también en ámbitos culturales, junto con sus cuidadores, en programas específicos para ellos, pero integrados socialmente?
 
Sin duda, una pregunta muy interesante. Hace un año conocí a Gary Glazner fundador y director ejecutivo de “Alzheimer’s poetry Project” y de Institute of Dementia Education and Arts, a través del equipo asesor internacional de mi publicación, Neurama. Gary me habló sobre su magnífico proyecto, de cómo la poesía de García Lorca por ejemplo facilitaba la creatividad de personas con demencia. En sintonía, otro de sus proyectos desarrollado en el Museo de Brooklyn junto a la Universidad de Miami apuesta por la eficacia del arte (la poesía, las artes visuales, el teatro, la visita a museos y la música o la danza) para mejorar el estado anímico y la conexión social de los enfermos.

 

Un tema del que hemos hablado hace poco en el Centro Virtual es cómo manejar las alteraciones de conducta que suelen experimentar los enfermos de Alzheimer. Compartimos una infografía con algunos consejos para hacerles frente. ¿Tienes algún consejo que añadir para los cuidadores en esta situación?

 
Los arrebatos y las reacciones catastróficas (agresivas) son reacciones de enfado desmesuradas de agitación y angustia acompañadas de conducta violenta (física o verbal). Inicialmente debemos comprender que se trata de reacciones a consecuencia de la enfermedad, fruto por tanto de trastornos psicológicos o terciadas por otros problemas como pueden ser dolencias o malestar físico así como contextuales (ambiente sobreestimulado, ruidoso o a temperatura inadecuada). El modo de proceder sería averiguando la causa del malestar, reaccionar con calma y tranquilizarle, distraerle con una actividad gratificante.
 
Por último, en cuanto a la comunicación con el enfermo de Alzheimer, que es diferente en cada una de las etapas, ¿cómo puede llegar el cuidador a adaptarse a las modificaciones lingüísticas de cada periodo?
 
Con el avance de la enfermedad, los patrones comunicativos van cambiando y demandan una gran capacidad de adaptación y esfuerzo al cuidador tanto para comprender cómo ser comprendido. En primeras fases van encaminadas a evitar la frustración del enfermo dado su empobrecimiento lingüístico y comunicativo en ciernes (anomia). En cambio, la empatía y el lenguaje no-verbal dominan las pautas comunicativas en etapas finales. Es importante transmitir serenidad, cercanía, complicidad, interés y sobre todo reciprocidad.

 

Damos las gracias a Ángel por hablarnos de su libro, que sin duda será de gran ayuda y apoyo a muchos cuidadores. 

 
Ángel es psicólogo especialista en psicogerontología, formador y editor de la revista digital Neurama. De momento, el libro “El cuidado del enfermo de Alzheimer: formación y consejos al cuidador” no se puede comprar en librerías, pero podéis hacerlo a través de su página de Facebook o del correo electrónico cuidadoenfalz@outlook.com.
 
 
Fuente: Centro virtual sobre el Envejecimiento.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

miércoles, 1 de octubre de 2014


Reconocido por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 1 de Octubre celebramos el día Internacional de las personas de edad.
La prensa destaca hoy principalmente datos poblacionales y sociodemográficos, citando la evidencia de que seremos el cuarto país más envejecido del mundo. El notable aumento esperado de la población anciana en el futuro es clave para iniciar una necesaria concienciación social.
 
Desde Recuérdame no quiero tratar temas estadísticos o números sobre el crecimiento demográfico de las personas de edad, quiero transmitir valores. Nuestra sociedad debe confiar en la continuidad y transmisión de las tradiciones familiares y de la orientación de la "sabiduría de edad". La utilidad del anciano tanto en contextos familiares como sociales, siendo actualmente éste participativo y un agente destacado en el desarrollo y crecimiento de nuestras futuras generaciones de jóvenes.
 
Combatir activamente tanto la violencia a los ancianos como el abandono o las negligencias o el abuso en el cuidado deben ser un objetivo diariamente.
 
El cambio de la persona de la vida activa a la jubilación en muchas ocasiones provoca un delicado proceso de integración y ajuste, siendo una difícil etapa de cambios y de dramática transición. Los cambios evolutivos de la vejez, la pérdida del papel o rol que desempeñaba (laboral) así como en parte la seguridad económica subyacen poderosamente en la pérdida de autoestima, autovaloración negativa y sentimiento de aislamiento de nuestros ancianos. Todo ello condiciona una deliberada "muerte social", para contraponer esta situación, debe considerarse la figura del anciano como un meritorio sustento cultural y experiencial del cual todos deben aprender.

Por otra parte, la imagen distorsionada en algunos jóvenes sobre la vejez origina el estereotipo a largo plazo, afianzado en falsas concepciones (Viejismo), implantadas desde etapas tempranas. Por tanto, destruir estos falsos mitos desde la conciencia social centrada en una perspectiva real es fundamental.

Nuevas concepciones actuales sobre envejecimiento activo y hábitos de vida saludables están contradiciendo éstas engañosas ideas sobre la vejez como un periodo de antesala de dolor, soledad, enfermedad o deterioro físico y psíquico.

" La vejez es la suma de toda la vida, milagro y nobleza  de la personalidad humana"
Gregorio Marañón (1887-1960)

Un año más mi recuerdo, mi admiración y mi apoyo a todos mis ancianos, los que están y los que ya no están. Espero ser y haber sido siempre motivo de grandes momentos y de bonitos recuerdos.
Afectuosamente,
 

Angel Moreno Toledo
Psicólogo/Formador/Escritor
Especialista en Psicogerontología
Director/Editor de Neurama










 
 
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